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La superación del profesor con función tutorial inmersos en la universalización (página 2)



Partes: 1, 2

  • Antes de responder comprender adecuadamente el
    mensaje, su contenido, las particularidades emocionales, para
    lo que es posible se necesiten hacer preguntas y repetir lo
    que dice el emisor, para comprender que ha percibido bien el
    mensaje.

  • Esta escucha activa facilita la fluidez de la
    comunicación entre el emisor y el receptor, es la
    vía eficaz para comprender mejor lo que la persona dice y
    cómo se siente y propicia una mayor aceptación va
    aumentando la confianza interpersonal.

    En una conversación o entrevista, se debe estar
    muy atentos a las señales que el sujeto nos brinda a
    través de este canal buscando siempre la congruencia entre
    este canal y el verbal.

    La tutoría ha pasado a formar parte de la idea
    generalizada de que enseñar no es sólo explicar
    unos contenidos sino dirigir el proceso de formación de
    nuestros alumnos. Y en este sentido todos los profesores somos
    formadores y ejercemos esa tutoría (una especie de
    acompañamiento y guía del proceso de
    formación) de nuestros alumnos. La tutoría adquiere
    así un contenido similar al de "función
    orientadora" o "función formativa" de la actividad de los
    profesores.

    El profesor como tutor en el desarrollo personal
    (tutores para el desarrollo de cualidades personales: autoestima,
    independencia, competencias sociales; para la orientación
    en el proceso de adaptación a la Universidad, el
    desarrollo de habilidades de estudio).Asume los siguientes
    roles.

    a) El tutor como transmisor,

    b) El tutor como facilitador,

    c) El tutor como orientador.

    El tutor como transmisor : Desde una concepción
    de enseñanza tradicional en la que el profesor se concibe
    como una autoridad en tanto poseedor del conocimiento y el
    estudiante un receptor pasivo, en tanto reproductor del
    conocimiento, la función tutorial del profesor se realiza
    a partir de un proceso directivo, de transmisión lineal y
    directa de conocimientos, y valores al estudiante. Son
    típicas de esta concepción las frases: «el
    profesor dicta sus clases», «el profesor inculca
    valores», en las que se expresa una directividad absoluta e
    impuesta en la relación con sus estudiantes.

    El tutor como facilitador Desde una concepción de
    enseñanza no directiva Rogers (1961; González Maura
    (1999), en la que se asume la absoluta independencia del
    estudiante en el proceso de aprendizaje, toda vez que se
    considera que posee tendencias inmanentes que orientan su
    desarrollo, el profesor como tutor deja de asumir un rol
    directivo para convertirse en un facilitador, es decir, una
    persona que se limita a garantizar las condiciones que favorece
    las tendencias innatas del estudiante a la realización
    personal y profesional. El tutor como facilitador es, por tanto,
    un agente educativo neutral en tanto no ejerce influencias
    determinantes en la formación integral del estudiante,
    sino que solo facilita, creando condiciones favorables para que
    este por sí solo logre su desarrollo.

    El tutor como orientador: Desde una concepción
    histórico-social del desarrollo humano, en virtud de la
    cual se entiende que la formación del estudiante es el
    resultado de la integración dialéctica de lo
    interno y lo externo en el proceso de la actividad, el
    profesor-tutor asume una función orientadora en tanto
    guía el aprendizaje del estudiante, planteándole
    retos y exigencias que lo conduzcan a lograr niveles superiores
    de independencia en su formación como persona en un
    proceso de interacción social. En esta concepción
    la función tutorial del profesor es comprendida a partir
    de la dialéctica entre la directividad-no directividad
    del proceso de enseñanza-aprendizaje, en tanto
    ser tutor significa guiar el proceso de aprendizaje del
    estudiante hacia la construcción autónoma de
    conocimientos, habilidades y valores.

    Para que el profesor-tutor sea un orientador de la
    formación integral de sus estudiantes es necesario, por
    tanto, que maneje acertadamente la dialéctica entre
    directividad-no directividad en el proceso de
    enseñanza-aprendizaje.

    El tutor como orientador es directivo en tanto es la
    persona experta que tiene los conocimientos, la motivación
    y los recursos pedagógicos necesarios para guiar el
    aprendizaje de los estudiantes, pero su directividad ha de ser
    flexible de manera que dé espacio al protagonismo y
    participación de los estudiantes, sólo así
    es posible potenciar el desarrollo del estudiante como sujeto de
    aprendizaje, sólo así es posible potenciar la
    formación integral del estudiante.

    A partir de las necesidades de la universidad
    contemporánea que exige la formación de
    profesionales autónomos que desempeñen su
    profesión con ética y responsabilidad, nos
    permitieron hacer las siguientes consideraciones:

    a) La concepción del tutor como transmisor no
    permite potenciar la autonomía del estudiante en el
    ejercicio de la profesión,

    b) La concepción del profesor-tutor como
    facilitador limita considerablemente sus posibilidades como
    agente educativo,

    c) La concepción del profesor-tutor como
    orientador deviene un factor esencial en la formación
    integral del estudiante en tanto constituye un elemento rector en
    la potenciación de la autonomía del estudiante como
    persona.

    La Universidad del siglo XXI requiere, por tanto, de la
    formación de profesionales responsables capaces de
    desempeñarse con independencia, seguridad y flexibilidad
    en diferentes contextos, de gestionar de forma autónoma,
    el conocimiento necesario para el ejercicio de su
    profesión durante toda la vida y sobre todo de lograr una
    actuación profesional ética y de compromiso social,
    que se resume en la formación integral del profesional; la
    cual puede ser potenciada en un proceso de
    enseñanza-aprendizaje en el que el estudiante transite
    gradualmente hacia niveles superiores de autonomía en el
    proceso de formación profesional con la orientación
    del profesor. De ahí la importancia del profesor tutor en
    la universidad.

    La orientación del estudiante que tiene lugar a
    través de la función tutorial se desarrolla a
    través de un proceso comunicativo dialógico. La
    comunicación que se sustenta en el diálogo permite
    el intercambio de conocimientos, vivencias, experiencias, motivos
    y valores entre profesores y estudiantes y, por tanto, la
    comprensión mutua. Sin comprensión, no hay
    comunicación y para ello es necesario el
    diálogo.

    El diálogo deviene entonces en herramienta
    esencial en el proceso de orientación que realiza el
    profesor en el ejercicio de su función tutorial. Es a
    través del diálogo que el profesor puede propiciar
    el espacio educativo que el estudiante necesita para la
    construcción de su autonomía en el proceso de
    aprendizaje. Dialogar significa expresar nuestros criterios en un
    contexto de respeto, tolerancia y aceptación del otro y,
    por supuesto, saber escuchar y dar participación al otro
    en un proceso de intercambio continuo de
    información.

    El profesor para el ejercicio de su función
    tutorial necesita desarrollar competencias para el
    diálogo. La competencia dialógica se expresa en el
    desarrollo actitudes y habilidades para el diálogo entre
    profesores y estudiantes como recurso y finalidad educativa. Son
    componentes de la competencia dialógica los
    siguientes:

    Actitud favorable al diálogo

    La actitud favorable al diálogo se manifiesta en
    la disposición al intercambio y se expresa a través
    de los siguientes indicadores:

    a) Disposición a la comprensión del
    otro,

    b) Interés en el tema de
    conversación,

    c) Autenticidad en la expresión,

    d) Aceptación las diferencias de
    opiniones.

    Habilidades para el diálogo

    Las habilidades para el diálogo se manifiestan a
    través del saber escuchar, argumentar y comprender
    críticamente al otro.

    Saber escuchar

    Son indicadores de la escucha atenta los
    siguientes:

    a) Mirar al rostro del interlocutor y no perder el
    contacto visual,

    b) Percibir los estados de ánimo del
    otro,

    c) Respetar el silencio del otro,

    d) Analizar los recursos no verbales que
    acompañan el mensaje verbal (gestos, tono de voz,
    posturas, expresiones emocionales).

    Argumentación

    Son indicadores de una buena argumentación los
    siguientes:

    a) Sustentar las posiciones que se presentan con
    argumentos generales y esenciales.

    b) Expresar con un lenguaje claro, preciso y coherente
    los argumentos que se presentan,

    c) Expresar con originalidad los argumentos, es decir, a
    partir de puntos de vista propios,

    d) Elaborar preguntas al otro a modo de comprobar la
    comprensión de la argumentación
    presentada,

    e) Expresar coherencia entre el lenguaje verbal y no
    verbal al plantear la argumentación de sus
    posiciones,

    f) Manifiestan seguridad en la exposición de los
    argumentos.

    Comprensión crítica

    Comprender críticamente significa no sólo
    conocer y aceptar la posición del otro, sino además
    asumir ante ella una postura personal. Son indicadores de la
    comprensión crítica los siguientes:

    a) Identificar las diferentes opiniones y razones de los
    participantes implicados en la situación,

    b) Comprender las opiniones y razones diferentes de los
    participantes implicados en la situación,

    c) Elaborar una postura personal.

    El profesor-tutor en calidad de orientador del
    estudiante debe expresar su competencia dialógica
    además al propiciar un diálogo cooperativo (Grice,
    1975) cuando trabaja con grupos de estudiantes.

    Son indicadores de un diálogo cooperativo los
    siguientes:

    a) Lograr una cantidad apropiada de información
    en la argumentación que se presenta de manera que permite
    el intercambio de información necesario entre los
    participantes, al mismo tiempo que favorece la comprensión
    de los diferentes puntos de vista,

    b) Manifestar autenticidad, sinceridad, en la
    exposición y recepción de los argumentos que se
    intercambian en el diálogo, de modo que la
    conversación fluya adecuadamente,

    c) Propiciar las intervenciones que enriquecen y aportan
    elementos valiosos para la comprensión de las ideas que se
    debaten,

    d) Expresar las ideas de forma clara, precisa, coherente
    y directa de modo que los argumentos que se expongan sean
    interpretados adecuadamente por los otros,

    e) Propiciar acuerdos que emanen de la
    elaboración conjunta de los participantes y no de posturas
    individuales ya sea a través del acercamiento de
    diferentes posiciones a partir de sus puntos de encuentro o de la
    clarificación de posiciones diferentes.

    La función tutorial se realiza fundamentalmente a
    través del proceso de enseñanza aprendizaje, en
    tanto este sea concebido con una metodología participativa
    que dé espacio a la participación activa y
    comprometido del estudiante en la ejecución de tareas de
    aprendizaje individual y grupal, diseñadas y controladas
    por el profesor para potenciar su desarrollo. No obstante, la
    tutoría no se limita al momento de la clase. Otros
    espacios educativos pueden ser las consultas,la beca, el trabajo
    social convocados por la UJC y la FEU, actividades de la defensa,
    deportivas y culturales entre otros, pueden y deben ser
    aprovechados para la orientación del
    estudiante.

    Son diversas las técnicas para la
    orientación del estudiante, pero teniendo en cuenta que es
    el diálogo la herramienta esencial para ejercer la
    función tutorial, la orientación del estudiante se
    realiza a través de dos técnicas fundamentales: la
    entrevista y el grupo de discusión.

    La entrevista permite a través de una
    conversación el intercambio de información
    necesario entre el tutor y el estudiante para su
    orientación. En este caso la entrevista no se trata como
    método de investigación, sino como recurso para la
    orientación. Su objetivo es lograr un proceso de
    intercambio de información con el estudiante a
    través del cual el tutor pueda diagnosticar e intervenir
    en su desarrollo personal y profesional.

    Es a través de la entrevista que el tutor puede
    conocer las particularidades del proceso de construcción
    de conocimientos, habilidades y valores del estudiante en su
    formación profesional (función diagnóstica)
    y a partir de este conocimiento potenciar su desarrollo
    (función interventiva) a través de la
    orientación. A diferencia de la entrevista como
    método de investigación en la que el entrevistador
    no interviene aportando ideas, valoraciones, en tanto su
    finalidad es recoger información, en la entrevista como
    técnica de orientación, la intervención del
    tutor es esencial.

    La intervención se realiza por tanto, no solo al
    finalizar la entrevista, sino durante su desarrollo. A
    través de la intervención el tutor realiza la
    función orientadora, no solo aconsejando, sugiriendo, sino
    también y fundamentalmente estimulando, planteando retos y
    tareas, haciendo reflexionar al estudiante acerca de los
    problemas detectados en la propia entrevista, o en momentos
    anteriores y, sobre todo, estimulando su autovaloración y
    compromiso con el cambio, de manera que pueda así
    potenciar su desarrollo.

    Aspectos generales a tener en cuenta en una entrevista
    de orientación:

    La entrevista debe realizarse en un clima de confianza y
    respeto mutuo como elementos propiciadores del diálogo.
    Debe efectuarse en un local y momento adecuados. Es importante
    que el lugar donde se realice la entrevista tenga la privacidad
    necesaria para garantizar un ambiente de confidencialidad,
    distensión por parte del estudiante, así como en un
    momento en el que el estudiante no se encuentre presionado por el
    tiempo. Es por ello que el horario y lugar de la entrevista deben
    seleccionarse previamente. El tiempo de duración de la
    entrevista no debe exceder los treinta minutos en dependencia de
    las necesidades del estudiante. En caso de que el tiempo fuera
    insuficiente para concluir el tema o los temas abordados, debe
    concertarse otra entrevista. La entrevista de orientación
    debe propiciar la reflexión crítica, la
    expresión y argumentación de los puntos de vista
    del estudiante, pero sobre todo debe potenciar la
    autoevaluación y el compromiso del estudiante con la
    solución de los problemas identificados en su desarrollo
    personal y profesional.

    Cuando la tutoría se realiza en grupos, el grupo
    de discusión constituye una técnica útil
    para la orientación. Entre las características del
    grupo de discusión como técnica de trabajo grupal
    se señalan:

    a) El grupo de discusión, según Krueger
    (1991: 36) consiste en una conversación planeada,
    diseñada para obtener información de un área
    definida de interés, en un ambiente permisivo, distendido.
    «Uno de los elementos del grupo de discusión es que
    no hay presiones del moderador para que el grupo alcance un
    consenso. En lugar de ello, su atención se concentra en
    comprender los procesos mentales seguidos por los participantes
    cuando desarrollan los temas de interés»;

    b) El número de participantes debe ser
    pequeño (entre seis y diez participantes) «lo
    suficientemente pequeño como para que todos tengan la
    oportunidad de exponer sus puntos de vista y lo suficientemente
    grande como para que exista diversidad en dichos puntos de
    vista» (Krueger, 1991:33) de esta manera todos
    tendrán la posibilidad de participar y expresar sus
    opiniones;

    c) El ambiente en el que se desarrolla el grupo de
    discusión debe ser de confianza, seguridad, tolerancia y
    respeto a las diferencias, de manera que propicie la libre
    expresión de todos los participantes;

    d) El establecimiento de objetivos y la
    elaboración de un guión o guía de preguntas
    que conduzcan las sesiones de discusión al logro de los
    objetivos planteados constituyen requisitos indispensables. Las
    preguntas deben ser abiertas;

    e) El moderador debe ser un orientador, un guía
    que propicie el diálogo sin imponer criterios. Entre sus
    funciones se destacan las de introducir el tema a debatir,
    conducir la conversación según los objetivos
    propuestos y siguiendo la guía de preguntas
    elaborada.

    f) El tiempo de duración de la sesión no
    deberá exceder las dos horas.

    El grupo de discusión constituye un escenario
    propicio para el ejercicio de la función tutorial del
    profesor toda vez que le posibilita diagnosticar las
    particularidades y potencialidades del desarrollo personal y
    profesional del estudiante a partir de la manifestación de
    sus reflexiones, vivencias y actitudes durante su
    participación en el debate, al mismo tiempo que intervenir
    potenciando así su desarrollo, al propiciar a
    través de la conducción del debate una postura
    crítica a partir de la auto y heteroevaluación de
    los estudiantes en el enfrentamiento y búsqueda de
    soluciones a los problemas objeto de análisis.

    Conclusiones

    1-La tutoría es una actividad que debe ser
    especialmente atendida por determinados profesores, atendiendo a
    objetivos y momentos específicos de la formación
    del estudiante, como son: la tutoría en la práctica
    docente, investigativa, o la condición de profesor
    guía de un grupo de estudiantes, pero aún cuando se
    atienda de manera particular una determinada esfera de la
    formación del estudiante (académica, investigativa,
    laboral, personal) siempre se realizará como parte de su
    formación integral.

    2-Teniendo en cuenta que la tutoría es una
    función de todo profesor a través de la cual
    orienta al estudiante en su formación personal y
    profesional, la función tutorial es inherente al proceso
    de enseñanza-aprendizaje y debe realizarse en todos los
    espacios educativos curriculares y extracurriculares en los que
    participen profesores y estudiantes. La tutoría tiene
    lugar, por tanto, en el aula y fuera de ella.

    3-La función tutorial en la Universidad
    debe dirigirse a la formación del estudiante como persona
    que ha de ejercer, de manera competente, responsable,
    ética y comprometida, la profesión y, propiciar,
    por tanto, el desarrollo personal y profesional del estudiante
    como proceso de educación permanente.

    4-Comunicarse eficazmente es algo que se puede lograr si
    se tienen los conocimientos sobre el proceso de
    comunicación, se presta atención y se realizan
    esfuerzos sostenidos por ponerlos en prácticas.

    Referencias
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    Autor:

    Ing. Castor Pacheco Morales

    castordejesus[arroba]uclv.edu.cu

    Lic. Marisol Caraballo Ramos

    caraballo[arroba]uclv.edu.cu

    Sede Universitaria: Juan Bautista Fernández Soto.
    Cifuentes.

    Enviado por:

    Elisabet Sanabria Santos

    Partes: 1, 2
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